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¿Cómo pueden los casinos online evitar que los menores jueguen en sus plataformas?

Cuando se habla de un casino online se hace de un espacio de diversión en el que se ofrecen todos aquellos juegos que se pueden encontrar en cualquier casino físico, pero de una manera virtual, es decir, juegos de azar, máquinas electrónicas, juegos de mesa incluso con crupier y por supuesto, apuestas deportivas. También suelen incluir juegos gratis de casino, diferentes métodos de pago para llevar a cabo las apuestas, distintas promociones, un servicio de atención normalmente de 24 horas al día y mucho más. 

Los casinos online y los menores

Normalmente para acceder a cualquier casino online, como los de gamblingguy.de, hay que registrarse y para ello es necesario crear una cuenta online intransferible y personal. Se debe introducir algunos datos personales como el nombre y los apellidos, la dirección y el documento de identidad. De esta manera, el casino online intenta evitar el acceso a menores.

Pero la realidad es que existen portales de juegos online que no solicitan al jugador su acreditación personal, por lo que a los menores de 18 años no les resulta nada complicado acceder desde cualquier dispositivo electrónico. En estos lugares solo es necesario marcar la casilla que señala la leyenda en la que se indica que la persona es mayor de edad y que se aceptan los términos y las condiciones generales, así como la política de privacidad. De esta manera se puede traspasar fácilmente la puerta del juego en línea.

Y todo ello a pesar de que en España la Ley de regulación del juego del año 2011 establece que los operadores están obligados a verificar la identidad de todos los jugadores, y a comprobar la mayoría de edad del jugador. Para ello la Dirección General de Ordenación del Juego, proporciona a todos los operadores un servicio para que puedan comprobar la edad y la identidad facilitadas por los futuros jugadores, gracias a la consulta en la base de datos de los DNI que se encuentra gestionada por la Dirección General de Policía.

Seguidamente se solicitará una fotocopia bien del documento nacional de identidad, del pasaporte o del permiso de conducir. Dicha fotocopia puede enviarse desde la cuenta que supuestamente ya está abierta o bien desde un SMS. Hay que tener en cuenta que con este sistema de identificación, todos aquellos menores que tengan alguna destreza con la informático y un escáner, podrán burlarlo fácilmente.

Sin embargo y por suerte, existen otros portales que en el momento en que se introduce una identidad falsa indican que se ha producido un error y que la cuenta no puede ser verificada. De cualquier forma, no advierten de la falta de coincidencia entre el nombre que se haya facilitado y el número del documento nacional de identidad como lo hace Loterías y Apuestas del Estado dentro de su portal.

Medidas adicionales para evitar que los menores jueguen online

Como una medida extra para proteger al menor, cualquier campaña de publicidad del juego online tiene que regirse por un código que determine los medios y los horarios para que no se influya de manera negativa en los menores.

De igual manera para prevenir cualquier posible conducta de riesgo en los menores, los padres y los tutores pueden ayudar por ejemplo acompañándolos durante su navegación por Internet o asegurándose de tener protegido el ordenador. Para ello se pueden mantener las contraseñas en secreto o bloquear ciertas páginas.

Otra opción muy recomendable es instalar un programa de protección para menores o recabar información en webs especializadas en este tema. Tampoco haya que facilitar ningún medio de identificación de los adultos que pueda ser objeto de suplantación de la identidad.

En conclusión, unos padres que estén concienciados con todos los riesgos que se encuentran asociados al juego en menores, van a convertirse en el primer paso para evitar que sus hijos empiecen a jugar.

Señales que pueden alertar a los padres

Si a pesar de todo lo indicado con anterioridad se tienen sospechas de que el menor puede estar ingresando en cualquier casino online, se recomienda estar muy pendiente de algunas señales que pueden ser indicación de que existe algún problema con el juego.

Algunas de ellas es notar que aumenta el gasto del dinero de manera injustificada, que desaparecen bienes de la casa o cantidades de dinero, que se pretende evitar cualquier control de tipo económico o que aumentan las mentiras y los engaños para que nadie se de cuenta del tiempo que invierte jugando.

Otros síntomas son el abandono de actividades sociales que habitualmente se solían realizar así como de los amigos. El nerviosismo, ansiedad, insomnio, irritabilidad y cambios en el humor son otras de las características de un menor que se ya comienza a tener problemas con el juego.

De igual manera las relaciones con la familia pueden llegar a sufrir un deterioro y aparecer situaciones tensas entre los miembros de la misma causados por este problema. El problema es mucho más grave y necesitará atención especializada cuando a pesar de haber sido descubierto y hacer todo tipo de esfuerzos por abandonar el hábito del juego, no lo consigue.

El juego online no es una cosa de niños

Aunque tanto la Ley del Menor como la Constitución española garantizar la protección de cualquier menor, en la práctica lo cierto es que no es siempre real. En la actualidad se barajan unos datos que pueden llegar a resultar muy preocupantes y que muestran cómo los más jóvenes son más vulnerables a sufrir de una adicción al juego.

De hecho, el número de menores que se han convertido en adictos al juego que se encuentran en tratamiento, se ha cuadriplicado en muy poco tiempo, sabiéndose que más de un 6% de los alumnos que están estudiando la ESO, ha apostado en algún momento de su vida.

Una encuesta llevada a cabo por la Dirección General de la Ordenación del Juego, el organismo que se encarga del control de los juegos online, sacó como conclusión que alrededor de un 44% de las personas que comenzaron a jugar siendo menores de edad, llegaron a desarrollar un juego patológico.

Hacer una apuesta de vez en cuando o entrar en un salón de juego online, no implica convertirse en un ludópata en el futuro, pero la verdad de que eso termine convirtiéndose en una adicción al juego, es totalmente real, especialmente cuando se es menor de edad. Es más, cuanto más sencillo sea acceder al juego y una persona se encuentre más expuesta, más grande es el riesgo de poder desarrollar la adicción.

Los hombres suelen ser los que presentan un mayor riesgo, sobre todo cuando comienzan a jugar a edad temprana. De ahí es que sumamente importante tener un control absoluto en lo que se refiere a este tema con los más pequeños para evitar que su personalidad no se vea alterada en un futuro por una ludopatía.

Y es que los jóvenes, tentados con que la posibilidad de poder jugar se encuentra a su alcance y por la publicidad que les puede aparecer en sus dispositivos una vez ingresan en Internet, se convierten en una verdadera bomba de relojería que puede llegar a explotar si no se pone remedio. Porque aunque en teoría, tanto ellos como sus padres saben que no pueden jugar, lo hacen.