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Diario YA


 

1 de cada 10 niños españoles es obeso

Existe un verdadero problema con los altos índices de obesidad infantil, ya que un niño obeso no solo se convertirá en un adulto obeso, sino que desarrollará muchas otras enfermedades de forma precoz a consecuencia de la obesidad, sin mencionar los problemas serios de autoestima que esta enfermedad conlleva. En este artículo te vamos a presentar algunas pautas útiles para tratar la obesidad infantil, aunque lo recomendable es contar con la supervisión de un profesional, pues cuanto antes se afronte y se trate el problema, mejores serán los resultados.

Consejos para combatir la obesidad infantil

Las principales causas que provocan la obesidad infantil son el sedentarismo y la mala alimentación, por ello, las pautas más importantes a seguir para combatirlo se centran en el ejercicio y en la alimentación equilibrada, tratando de modificar los malos hábitos.

Empezar el día con un desayuno sano y equilibrado

Evitar a toda costa comenzar el día con alimentos rico en azúcares. Sustituir la bollería, las galletas, las cremas de chocolate, los zumos que no sean naturales y todo tipo de alimentos procesados, por fruta y alimentos que aporten energía. Esto ayudará a los niños notablemente a rendir mejor durante todo el día.

Disminuir y controlar la ingestión de azúcar

La cantidad de azúcar no solo hay que controlarla y eliminarla del desayuno, también del resto de las comidas. Lo más importante es ser consciente de la cantidad de azúcar que se está ingiriendo durante todo el día, y para ello hay que saber interpretar el azúcar que tienen los productos que compramos, ya que muchas veces aparecen ocultos bajo sobrenombres como glucosa, lactosa, sacarosa, dextrosa, malta y melazas, entre muchos otros.

Hacer ejercicio todos los días

No se trata de obligar a los niños a practicar un deporte que no les guste, pues esto les supondrá un esfuerzo mucho mayor y lo pasarán mal. Lo ideal es encontrar una tarea que les motive y les divierta, una actividad en grupo que al mismo tiempo les ayude a socializar con otros niños, y que se lleve a cabo al menos cuatro veces por semana para que sea efectiva.

Beber mucha agua

El agua debería de ser el principal líquido que beba un niño, y en abundancia, además del sustituto de todos esos refrescos y bebidas gaseosas azucaradas que nada bueno tienen para aportar al organismo.

Disminuir el tiempo que se pasa delante de los dispositivos electrónicos

Teléfonos móviles, tablets, ordenadores, televisores… Estar rodeados de todos estos dispositivos no pone nada fácil la tarea de disminuir las horas de exposición de los niños, que contemplan lo que los adultos hacemos y no hacen más que repetir nuestras acciones. De cualquier forma, es fundamental llevar a cabo un control del tiempo que los niños pasan delante de las pantallas y establecer unos límites.

Educar a los niños en alimentación

Evitar a toda costa que los niños asocien los alimentos dulces como buenos y las frutas y verduras como malos, que es lo que suele suceder cuando se emplea el método de premio o castigo. Desarrollar un poco de creatividad en la cocina ayudará a que los niños vean los alimentos imprescindibles y saludables con otra perspectiva, e incluso a que aprendan a disfrutar de ellos.