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Diario YA


 

Se nos solicita seamos testigos impasibles, testigos mudos y resignados de la invasión que sufre Europa

Europa: Mas atentados, mas victimas, mas resignación, mas mensajes vacios y grandilocuentes

Javier García Isac. Mas atentados, mas victimas, mas resignación, mas mensajes vacios y grandilocuentes, mas condolencias, mas ositos y velitas, mas flores, mas poesía cursi…más de lo mismo. Se nos pide, mejor dicho, se nos exige seamos comprensivos con determinadas creencias ideológicas y religiosas que van contra occidente. Que solo persiguen su destrucción y aniquilación. Se nos solicita seamos testigos impasibles, testigos mudos y resignados de la invasión que sufre Europa. Al derrumbamiento social lo acompaña ahora el derrumbamiento moral. El falso buenismo, la apatía, el agotamiento, consiguen que seamos víctimas propiciatorias e idóneas para la invasión. El abandono de nuestros valores, el materialismo, la superficialidad, la falta de determinación en la defensa de la cristiandad y sus principios hacen de nosotros una sociedad débil, una sociedad vulnerable y una víctima propiciatoria e idónea para que la invasión, no tan silenciosa como cabía esperar este teniendo lugar en estos momentos.
El enemigo lleva ya décadas entre nosotros. Europa no ha querido verlo, Europa y sus gobiernos siguen sin querer verlo. Son cómplices de lo que está sucediendo. Desde un descontrol generalizado de nuestras fronteras, desde una incomprensible permisividad en la expansión de religiones que buscan la propia destrucción de nuestra civilización, desde una multiculturalidad mal entendida y nada reciproca, hasta la persecución sin piedad de todo aquel que ponga en duda y denuncie lo que nos está pasando.
Nos dicen que es tiempo de reflexión, de no legislar en caliente, de pensar, de no dejarnos llevar. Todas frases hechas y bonitas, todo igual para que nada cambie. La experiencia nos dice que si se legisla es todavía peor, es para ser si cabe más permisivo con todos aquellos que buscan nuestra desaparición y mucho más duro con aquellos que llevamos ya mucho tiempo dándonos cuenta de lo que pasa. Empiezo a pensar que la globalización, el mundialismo, se ha quedado pequeño en comparación con lo que nos espera. Se les ha ido de las manos. Lo que para estos últimos eran un tema de ingeniería social, de sustitución de la población europea por una mano de obra barata y más moldeable, no han valorado los riesgos, no han sopesado los peligros, e incluso no han tenido en cuenta que ellos también acabaran siendo devorados.
Determinadas interpretaciones del Islam, hacen de esta una religión mucho más expansiva e influyente de lo que podían llegar a pensar. Hacen de esta una religión incompatible con occidente. Ellos están dispuestos a luchar, matar y morir por sus creencias, occidente solo está dispuesto a dejarse matar. Urge una revisión urgente de las políticas y medidas aplicadas hasta la fecha. Ya no solo se trata de represión policial posterior a un atentado, represión que por otro lado solo pone de manifiesto que los lobos solitarios, tienen mucha camada y al parecer no son tan solitarios como parecen, es necesario la aplicación de medidas destinadas a salvaguardar nuestras creencias, nuestros valores, nuestra cultura y nuestra forma de vida. Desde políticas que fomente la natalidad, pasando por un control efectivo y real de nuestras fronteras, hasta llegar a la prohibición de todos aquellas religiones que supongan un ataque directo a nuestra civilización y valores occidentales. Es tarde, pero todavía estamos a tiempo. Yo no estoy dispuesto a esperar como un cordero el ataque de “otro lobo “solitario. Exijamos a nuestros gobernantes protección, y eso no solo consiste en más presencia o vigilancia policial, esto es algo mucho más profundo que pasa por poner en valor nuestras convicciones, creencias y valores. Javier Garcia Isac / Director Radioya.

 

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