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Diario YA


 

“Las promesas son peores que las mentiras... no solo haces que la gente las crea, sino que también les haces tener esperanzas” anónimo

Un futuro será mejor, pero ¿qué hay del presente?

Miguel Massanet Bosch.

Estamos en plena efervescencia propagandística. El Gobierno se ha lanzado en tromba para intentar, por todos los medios, conseguir cambiar el sentido de lo que se anuncian como evidentes derrotas del partido o partidos gobernantes en los próximos comicios que se avecinan.  Promesas y más promesas por parte del Ejecutivo que no mira en gastos cuando se trata de ir comprando votos allá y acullá, aunque para ello tenga que hacer chirríar los goznes de toda la economía de la nación española. Una Deuda Pública que amenaza con hundir a nuestras próximas generaciones de ciudadanos, que van a tener que apechugar con un billón quinientos mil millones de deuda cuyos intereses, por si solos, ya van a llevarse una parte importante de los presupuestos de la nación. Pero para el señor Sánchez y su gobierno esto no son más que detalles, cargas que no se van a materializar inminentemente debido a que Europa se está mostrando muy benévola con los países endeudados excesivamente.
El que el Banco de España. la AIReF, el FMI, el Banco Central Europeo y todas aquellas entidades  e instituciones especializadas en estudios económicos estén advirtiendo a nuestras autoridades, que el rumbo de gasto excesivo que se han fijado es insostenible, desde cualquier punto de vista que se lo quiera considerar; no parece que cause mella en nuestro Gobierno, decidido, contra viento y marea, a imponer su criterio, de mantenella e non enmendalla con el único objetivo de mantenerse en el poder el máximo de tiempo posible, esperando que antes de que lleguen las fechas de las elecciones municipales y legislativas, el panorama político de España de un giro que les sea más favorable que el actual.
Puede, a todas luces, ser un intento descabellado, el pretender vender al pueblo que se conforme con una inflación que puede alcanzar cotas importantes, que se acomode a pagar precios abusivos por artículos de primera necesidad, que sea la causante de que más de 2000 licitaciones de obras hayan quedado desiertas este año y, encima, tengamos que soportar que las ministras, Nadia Calviño y María Jesús Montero, nos vendan en la Moncloa este presupuesto exorbitante, como “el presupuesto con la mayor partida de gasto social de la historia, para reforzar el  “estado del bienestar”, tiene narices. Se ofrecen mejoras que no se llegan a materializar, aumentos que se aplazan por falta de efectivo, bases salariales que no llegan a cobrarse y no será por falta de recaudación de la Hacienda Pública, que se está forrando debido a la inflación que estamos padeciendo en toda Europa y que provoca, como ya se ha comentado, un alza de precios que, sin embargo, el Gobierno no ha querido paliar reduciendo los tipos de los impuestos que afectan a todos como el IVA, que sigue saciando el afán recaudatorio de las izquierdas, que quieren tener el control absoluto de las ayudas que van dando con cuenta gotas y a los sectores que saben que les van a votar a ellos.
Intentan infundir en el pueblo llano que no hay otros medios para que se llegue al estado de bienestar que siempre anuncian, pero nunca llega. No se fijan, por ejemplo, que Madrid bajo la gobernación de las derechas, está pasando por encima de Barcelona situándose diez puntos por encima en ventas extracomunitarias rompiendo el empate existente hasta ahora y va en cabeza en cuanto a bajar los tipos de los impuestos a sus ciudadanos, dando un ejemplo de que, cuando más dinero se permite tener a las personas estás gastan más e invierten en actividades productivas que, a su vez, generan nuevos ingresos para las arcas públicas.
Y aquí vamos a insistir en el hecho, no suficientemente repetido, de la necesidad de que esta derecha debe de intentar por todos los medios evitar discusiones bizantinas en su seno. Algunos atisbos de discrepancias que se vienen dando a conocer y que, si se produjeran y, se producen, en las izquierdas no iban a tener la menor trascendencia en sus aspiraciones electorales; cuando hablamos de la derecha o del centro-derecha, pueden resultar definitivas y determinantes en cuanto al sentido del voto, de tal manera que pueden impedir que el PP venza o que la suma del PP y de VOX tuvieran la mayoría absoluta, algo que hoy, en la mayoría de las encuestas, se viene atribuyendo. Al señor Feijoo le corresponde la ingrata tarea de saber renunciar a alguna de sus ideas más liberales para no romper el estrecho vínculo con la parte más veterana del PP, que se muestra muy sensible a ciertas concesiones de las que se está hablando, en especial de lo que concierne a la negociación sobre la renovación del Consejo del Poder Judicial.
Otra de las facetas que debería cultivar el PP es la de valorase en la CE, insistir en denunciar los ataques a la democracia que tienen lugar por el actual Gobierno cuando discrimina, favorece, consiente y financia al separatismo catalán por encima de la ley y de lo dispuesto en nuestra Carta Magna que, deliberadamente se está incumpliendo en Cataluña en lo que respecta a la enseñanza del catalán, lo mismo que en los continuos ataques por parte de la Generalitat y los ayuntamientos catalanes a las leyes españolas, que vienen incumpliendo sistemáticamente, sin que, aparentemente, este tipo de indisciplinas punibles tenga respuesta alguna por parte de la Justicia española.
Sabemos que la movilización de los votantes de derechas es más complicada y, en consecuencia, es preciso movilizarse en el sentido de darles a conocer, informarles, instruirles y motivarles para que tomen conocimiento de que ha llegado un momento, en la política de España, en el que si no tomamos parte activa en la lucha contra este social comunismo que nos gobierna, la Constitución y toda la labor que se ha venido haciendo en pro de una reconciliación nacional, va a quedar en agua de borrajas y, con toda probabilidad, nuestra nación va a correr el peligro de quedar en manos de aquellas minorías, facilitadas por la actual composición del arco parlamentario y la absurda ley D’Ont, que permiten a facciones de escasa representación popular, hacerse con escaños en el Congreso y el Senado. No nos cansaremos de pedir el sistema de la doble vuelta como existe en otras naciones como es el caso de Francia.
Hay que reiterar la necesidad de exponer a toda la nación española la grave discriminación que se hace entre las autonomías que pudiéramos calificar de españolistas y aquellas otras, supervaloradas y beneficiadas especialmente por el gobierno del señor Sánchez. Cataluña hoy en día trata al gobierno de España de tú a tú, le impone lo que debe hacer, decidir, financiar y discutir con un 80% de efectividad, lo que quiere decir que al señor presidente de nuestro Gobierno lo tienen a sus expensas, sabiendo que su se les desmanda tienen la potestad de dejarlo gobernando en minoría, algo que espanta especialmente a don Pedro. Este es, sin duda alguna, el talón de Aquiles que tiene este gobierno y sobre el que han de insistir las críticas, las denuncias, las acusaciones y las intervenciones en las cámaras de representación popular, de los partidos de la verdadera oposición al actual sistema de gobernación, de la nación española.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, se puede valorar la verdadera situación política y económica, junto a sus consecuencias financieras y sociales, de lo que en estos momentos de la vida de los españoles, estamos viendo que está sucediendo en este país que, a fuer de simples observadores, nos está pareciendo que se está dirigiendo directamente a lo que se puede considerar su propia autodestrucción.