José Luis Jiménez. 31 de octubre. Los actos de presentación en Madrid no están en crisis, ni en recesión. Los hay de todo tipo. Al menos, en esto, la moral está alta. El pasado miércoles por la mañana, escogí dos, por aquello de celebrarse en lugares cercanos.

El primero fue en la sede de la Fundación BBVA. Se nos hacía presente el convenio de la colaboración para el patrocinio y desarrollo del Concurso Internacional de Composición Auditorio Nacional de Música. Había muchos mas acompañantes que periodistas. Asistía el Ministro de Cultura, César Antonio Molina y el Presidente de la Fundación, y, a su vez del Banco, señor Francisco González. Se notaba que asistía gente importante. Nada menos que político y financiero. La entrada de ambos, precedida de un murmullo, no sé si de admiración, me recordó la de viejos tiempos. Eso sí, sin palio. La sala, que hasta ese momento estaba medio vacía, se llenó como por arte de magia. Todos muy trajeados y limpios. Nos enteramos que al señor González le gusta mucho la música contemporánea. Habló de crisis. ¡Anda que si lo llega a decir delante de un ministro, como era el caso, hace un mes, lo destierran! Pero que a pesar de ello su Banco apoyaba a la sociedad. ¿Y a su Banco quién le apoya?  Y todo lo que en este aspecto se puedan imaginar. Recalcó el compromiso con la innovación. Esto lo tiene claro. Simplemente hay que repasar la "innovación" que de directores de sucursales, y no mayores precisamente, lleva efectuada en unos meses El importe de  premios en las tres categorías previstas es de 53.000 euros. Y que también cubrirá, el Banco claro, la implantación del proyecto y de la ejecución de las tres primeras ediciones del Concurso. Esto ya son 200.000 euros. El ministro, como es de suponer, tan satisfecho. A la salida, saludo al ministro, al que conozco de antes desde hace tiempo con un "me alegro verte". Se revuelve el presidente del BBVA, pensando que me dirigía a él. ¡Como iba a osar tal desacato! Le aclaro que es al ministro de Cultura. De cualquier forma siento que una infinitesimal parte de ese premio lo sufrago yo. El Banco no me ha devuelto 300 euros que me "volaron" en una sucursal unos descuideros. A pesar de aportar todo tipo de pruebas, video del Banco incluido, se escudaron en un argumento, que en la misma sucursal no entendía, para no reintegrarme lo sustraído.

Poco después se presentaba, en el hotel Wellington, el libro "Porqué dejé de ser de izquierdas", de Javier Somalo y Mario Noya, con prólogo de Javier Rubio y epílogo de César Vidal. Esta editado por Ciudadela. Fueron los presentadores Pío Moa, César Vidal y Federico Jiménez Losantos. Cada uno de ellos, en su forma habitual de afrontar este tipo de actos, estuvo muy brillante. Dejando aparte las creencias, u opiniones, que cada uno pueda tener y, por lo tanto estar de acuerdo con la línea argumental de sus disertaciones, lo cierto es que da gusto cuando se oye, mejor escucha, a personas cultas, con sentido del humor, y sin pelos en la lengua. El libro, que ya trataré cuando tenga la posibilidad de leerlo, dado que aún no lo he recibido, se basa en entrevistas con doce personas que, en su momento, estuvieron vinculadas a la izquierda, o mejor dicho, a las izquierdas, y que en un momento dado vieron que era un camino equivocado. Entre los entrevistados se encuentran los tres presentadores. También Amando de Miguel, que estuvo presente. Fui compañero de silla de Francisco José Alcaraz, ex presidente de la AVT. Llegaba de presentar un escrito ante el Ministerio del Interior con motivo de la retirada, sin aviso previo, de su escolta. ¿Habrá reflejado el Gobierno este recorte de gasto en los Presupuestos Generales del Estado? En el hotel estuve departiendo un buen rato con amigos del mundo taurino. Sigue siendo un lugar de encuentro de gentes del toro. Entre ellos, Luis Álvarez, hasta hace muy poco tiempo apoderado de Castela. Ha prometido contarme cosas.

A la salida me abordó un presentador-animador de La Sexta, con una hucha en la mano. ¡Caramba, pensé! ¿También les llega la recesión a los señores Roures y Emilio Aragón? Lo que estaba haciendo el caballero era  entrevistas. ¿Y lo de la hucha? Por lo visto era para recaudar fondos para Jiménez Losantos. Intuyo que la cosa iba con aviesas intenciones.