José Luis Jiménez. 25 de febrero.

La participación del CTOV es esencial, al tratarse de una compañía multinacional suiza dedicada a la protección de los billetes de banco en los cinco continentes, los documentos de valor y los productos de consumo de la falsificación, duplicación y adulteración. La FEV, que representa a un número muy amplio de empresas vitivinícolas españolas, apoya esta idea de forma plena. Ha suscrito un convenio de colaboración para fomentar la investigación, el desarrollo e investigación en este campo, que llevará a cabo la CTOV. Y está participando en el encuentro con las empresas vitivinícolas asociadas para darles a conocer este avance. 

Todo esto sirve para defender la originalidad del producto y poner trabas a las falsificaciones que tantos perjuicios monetarios y de imagen causan. El CTOV incorpora incorporará  a las tradicionales medidas de seguridad, experimentadas con éxito en otros sectores, un certificado de análisis sensorial complementado con un análisis físico-químico de las características del vino que se pueden identificar y servir de prueba (ciertos compuestos metálicos que son inmutables). Ese análisis llevará un número registrado en la contraetiqueta con el código de barras y por el que el público podrá acceder a la información necesaria para conocer las características del vino, así como los elementos de seguridad que porta el sello de garantía para asegurar su identificación. Ese número está ligado a un código invisible encriptado, entre la cápsula y el gollete de la botella, que queda activado en el momento en que el vino es embotellado, ni antes ni después. En ese sello se puede apreciar a simple vista una imagen de óptica variable similar a las que  utilizan los billetes de banco para su  identificación. El código encriptado podría servir, incluso, para acciones de marketing.

La falsificación en el mundo del vino esta tomando carta de naturaleza. Y aquí se puede aplicar perfectamente lo de <<cuando las barbas de tu vecino....>>. Ayer se puso como ejemplo lo sucedido a un vino blanco francés de la región de Saint Émilion. El importador japonés, en 2006, decidió romper sus relaciones comerciales porque cientos de miles de botellas con etiquetas falsas de dicho productor estaban en el mercado mucho más baratas. Después de una investigación descubrieron que mafiosos japoneses habían encargado a un grupo de delincuentes de Taiwán una reproducción de botellas etiquetadas, que eran rellenadas con vino blanco de granel.

Pierre Delval, asesor antifalsificaciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa Y miembro de la Comisión de Tráfico Ilícito del Foro Económico Mundial y autor del libro de enorme éxito "La falsificación, un crimen organizado", que de momento sólo se encuentra en francés, habló de la extensión del fraude en todos los sectores del planeta, del que no está exento el vino. Y dio una cifra escalofriante. El fraude alimentario mundial en 2008 se elevó a 500.000 millones de euros, y que detrás está el crimen organizado, dado los enormes beneficios que se obtienen. Puso el acento en China, con un potencial de 130 millones de posibles consumidores, y donde se embotellan, falsificando, vinos a granel de Australia y Nueva Zelanda. Es un mercado enorme y España necesita, al igual que otros países, vender. Y para dar confianza necesita seguridad en lo que vende.

El mayor portal de usuarios aficionados al sector del vino y la gastronomía en Internet celebrará su cita los próximos días 27 y 28 en Madrid. Este encuentro, en el que participan más de setenta bodegas nacionales y una selección exclusiva de bodegas extranjeras, y a la que asistirán personas en su mayoría consumidores finales y usuarios de www.verema.com, participarán en catas, mesas redondas, catas especiales, degustaciones y dos miniferias. La información completa la pueden tener accediendo a esa página Web, y las inscripciones a Linda Díaz linda@verema.com.

El encuentro comienza con una conferencia inaugural el viernes 27 a cargo de Peter Sisseck, enólogo de Bodegas Hacienda Monasterio y de Dominio de Pingus, que tiene en la actualidad un enorme prestigio, ambas pertenecientes a la D.O Ribera del Duero. En esta sesión se realizará, por primera vez en España, una cata vertical de, al menos, diez añadas del vino "Hacienda Monasterio Reserva" y/o "Reserva Especial", comentada y dirigida por el propio Peter Sisseck, y una miniferia. El sábado tendrán lugar tres sesiones monográficas de interés: "Cavas con larga Crianza" (más de 70 meses), con la participación de conocidas bodegas de la D.O Cava. "Cata comentada de los mejores exponentes de la D.O Navarra" y "Entrega de los Premios Verema", a lo que seguirá la segunda sesión de la miniferia. El colofón del evento lo protagonizará una cata multitudinaria de una quincena de vinos alemanes, dirigida por Michael Wöhr, que realizará un recorrido por los diversos tipos de vinos, zonas y añadas del país, con la presencia de varios productores de entre los más representativos de los vinos blancos alemanes

CIGALES SE MODERNIZA  E INCLUYE EN SU REGLAMENTO VINOS ESPUMOSOS Y DULCES

La modernización, a través de la nueva normativa, tiene por objetivo imprimir "una visión más moderna de los vinos de Cigales ampliando el abanico de posibilidades para que cada bodeguero tenga donde escoger". A lo que añade el Presiente de la D.O. Pascual Herrera "sin olvidarnos de las tradiciones de Cigales". Las nuevas variedades son dos blancas (Sauvignon blanc y garnacha blanca) y cuatro tintas (pinot noir, syrah, cabernet sauvignon y merlot), que se unen a las tradicionales: tempranillo, garnacha tinta, verdejo, albillo y viura (ésta última en plan residual seguirá estando aunque no se permitirán nuevas plantaciones).

En el caso de pinot noir y syrah, su inclusión supone un hecho inédito en Castilla y León, ya que es la primera D.O. que certifica su cultivo. En cuanto a los tipos de vinos, se incorporan con categoría propia los espumosos y los vinos dulces. En el caso de los espumosos, Cigales contempla el uso de uva blanca o tinta. De modo que las burbujas resultantes podrán ser blancas o rosadas. En su elaboración se aplicará el método champenoise, el mismo proceso tradicional que se emplea en el cava y el champán francés.